miércoles, 23 de febrero de 2011

CARLOS LARA
Sección: Efecto catálogo
“Descuartizar, del verbo twiterizar”
Transmitido: Miércoles 23 febrero 2011


El día de ayer el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia convocó al ciclo denominado 140 caracteres en la cuenta @literaturainba con el objetivo de motivar la creación literaria en torno ese invento de Jack Dorsey que lleva por nombre el gorjeo crepuscular que hacen los pájaros en masa, denominado Twitter. Los organizadores señalan que el número de caracteres no es una limitación, pues consideran que ofrece una especie de “libertad rara”. En lo personal considero que, una cosa es el exponencial crecimiento del Twitt y su potencial de creación, incluso su contundencia como medio, y otra muy distinta que se quiera encumbrar como un generador de literatura a partir de la literatura. Pero dentro de la bibliodiversidad todo se vale, y por ello los promotores de esta idea, crearon el hashtag #140cc, para quienes gusten impulsar la literatura en el Twitter.
Hace un par de años se publicaron los primeros textos literarios a partir de blogs en países como España. Ediciones Hoy, fue una de las primeras editoriales que recogió trabajos como el de Alejandra Duque (seudónimo) www.laagendadevirginia.com que relata la historia de una joven de 22 años que trabaja como prostituta de lujo por la noche y de analista financiera por la mañana. Ahora, la sucursal de Nueva York de la editorial Penguin acaba de anunciar el lanzamiento de un nuevo libro que combina la divulgación literaria con el fenómeno Twitter que llamará Twitterature, o Twitteratura. Un libro que comprimirá varios clásicos de la literatura universal a 20 tweets o menos. Los impulsores de esta idea son dos alumnos de primer año de la Universidad de Chicago de 19 años de edad.
Este tránsito del email al blog del blog al sms, de éste al chat y ahora al twitt, me hace recordar El primer coro de la roca de Thomas Stearns Eliot, particularmente en la parte aquella que se pregunta ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento? ¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información? Los ciclos celestiales en veinte siglos nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.
En lo personal, considero que Twitter es más una herramienta de mensajería efectiva, incluso un medio informativo de gran alcance dentro del denominado periodismo participativo. Lo estamos viendo en las revueltas del mundo árabe y del norte de África, a partir de que Twitter y Google se aliaron para facilitar el envío de mensajes de voz al haber sido cortado el acceso a Internet. Su uso en ese noble propósito de difundir literatura, dista mucho, por el momento, de ser un medio de creación literaria a partir de esa libertad rara que ofrecen sus 140 caracteres. Posiblemente en un par de años, la primera generación de twiteratos nos diga lo contrario. Sin embargo, la pregunta en este momento es qué valor agregado tiene leer El Quijote o la Divina Comedia en 20 frases de 140 caracteres. Quien desee saberlo puede consultar El Aleph de Borges Twitterizado en el sito: http://twitter.com/revistaenieMe han de disculpar, pero para alguien como yo, que padece infoxicación a causa de las hipermediaciones de la red, esta ágora a la que acuden los seminautas a drenan esquejes de un pensamiento efímero y colectivo; eso que algunos de sus voluntariosos seguidores denominan el más joven de los géneros literarios, por el momento, en el terreno de la literatura, sólo ofrece una descuartización de los clásicos y el fomentar de un pensamiento disperso.

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